La Casa de Galocha

La antigua casa de comidas que hoy hospeda el Centro de Interpretación

La actualmente conocida como Casa da Galocha fue anteriormente conocida como Casa de Genaro

Esta casa fue construida a principios del siglo XX por Genaro Álvarez Maseda (1879-1936), nacido en la Casa de Campón de Francos, y Balbina Nieto Seijo (1882-1963), de la familia de Xan Neto da Xesta. Ambos bretoñeses, se casaron en una época de cierta prosperidad económica motivada por el retorno de algunos emigrantes que se habían ido a las américas, de ahí que decidiesen montar un negocio: Genaro compró el terreno, y Balbina aportó la experiencia, ya que su familia regentaba una taberna. Erigida en el lugar de la Iglesia, muy próxima a la desaparecida Casa de la Botica ‒entonces verdadero eje vital de la parroquia‒, la conocida como «Casa de Xenaro» fue taberna y casa de comidas. Disponía de bueyes y carros para traer todo lo necesario para el negocio. No daban posada, excepto ocasionalmente a viajeros y comerciantes. Además de los profesionales ambulantes que acudían a la feria quincenal (herreros, albarderos, costureras, sastres, tratantes, zoqueros, músicos…), la Casa de Genaro la frecuentaban los trabajadores del entorno inmediato: en la parte trasera, en un cuarto al que se accedía por las escaleras desde fuera, tenía su zapatería el alcalde de Pastoriza Victorino Mateo Humbreiro; al otro lado del camino se encontraba el comercio de la Casa de Ónega; en dirección a Azougo, en la Casa de Dámaso, la escuela; hacia el sur, la taberna de la Casa de Xan Llano; cerca de la Botica, el Café de Juan García Anllo; en Mourelle, la familia Moirón que abastecía de peines para tejer a todas las tierras mindonienses… Durante los años de la Segunda República, en sintonía con otros establecimientos del país, la Casa de Genaro seguramente albergó tertulias en las que se discutían los nuevos ideales que los modernos periódicos y revistas introducían en las casas. La actividad política y pedagógica de Victorino Mateo, Castro López o Luís López Lindín convivía aquí con el violín de Benigno Soto, «o Roso», el afán poético de Xan Bouso, de los Currás, o la maestría del gaitero Hilario da Cura, de Padrede, que competía con la famosa comparsa de Coruxeiras de la Regueira de Estoa. Por aquel entonces ya se había silenciado la popular zanfona de la bretoñesa Pepa do Queixo, pero el lugar seguía produciendo el mayor número de gaiteros de todas las tierras de Mondoñedo. El comienzo de la Guerra Civil coincide con el fallecimiento de Genaro. Viuda y sin descendencia, Balbina se establece en Mondoñedo y alquila la propiedad a Eliseo Seco Falcón (1908-2005) e Inés Pacio Seco (1908-2006), matrimonio que ya había iniciado delante de ésta la construcción de su propia casa. La Casa de Falcón la terminarán mientras viven en la de Genaro, la cual mantienen como casa de comidas durante muchos años. A finales de la década de los 60, los herederos de Balbina vendieron la casa a Germán Galocha Ramos (1923-2011), recientemente regresado de Venezuela. Como no llegó a vivir en ella, apenas será conocida como Casa de Galocha. El inmueble se encontraba en estado ruinoso cuando fue adquirido por el Ayuntamiento de Pastoriza, iniciando su rehabilitación en 2017. Desde agosto de 2019 es la sede del CIN Bretoña.

-Adaptado a partir del texto de Luz Galocha-
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